Arismendi Díaz Santana dice plan de retiro de los docentes se aprobó sin demostrar factibilidad financiera y Miguel Collado considera se debe reformar el sistema
Expertos en el tema de la seguridad social concuerdan con los resultados de la evaluación realizada por Acción Empresarial por la Educación (Educa) que señalan que el programa especial de pensiones y jubilaciones de los maestros es financieramente insostenible y que las contribuciones de los docentes activos no alcanzan para pagar los beneficios adquiridos de los retirados.
Arismendi Díaz Santana, economista y exgerente del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) entiende que el Plan de Retiro de los maestros fue mal concebido porque se aprobó sin demostrar la factibilidad financiera y actuarial a largo plazo, que es la condición sine qua non para su sostenibilidad.
Dijo que más que el resultado de la racionalidad, fue una consecuencia de las presiones gremiales de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), que forzó para salirse del régimen general que establece la Ley 87-01, que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS).
“Ustedes se imaginan lo que le cuesta al país que el Estado como empleador pague la mayor parte del costo de la afiliación a la Seguridad Social y que, además, cubra el costo total de la nómina de los pensionados y jubilados del Instituto Nacional de Bienestar Magisterial (Inabima)”, expreso Díaz Santana.
Manifestó que constituye una distorsión que sea el Estado, los contribuyentes, quienes estén pagando las pensiones de los maestros, con el 4 % dedicado a la educación, lo que parecería como si el 4 % fuese un fondo únicamente destinado a pagar a los maestros, independientemente de su desempeño.
Díaz Santana indicó que si el sistema de pensión de los maestros, basado en el reparto y rodeado de tanta protección del Estado, no resulta viable, qué no será el de los demás modelos que no cuentan con la protección del Estado.
“Mi recomendación es que el Estado Dominicano se tome muy en serio mi alerta de hace cuatro años y las diversas advertencias de Educa, y por el bien del país, contrate una firma independiente que evalúe la situación y su proyección futura y someta las recomendaciones que estime de lugar”, recalcó.
Un déficit infinito y sin precedentes
Como ejemplo de inviabilidad, Díaz Santana puso como ejemplo, que luego de 30 años de aporte, la maestra Juana Pérez (nombre ficticio) comienza a disfrutar de su jubilación. A los 10.2 años, cuando se agotan sus ahorros, el Inabima se ve obligado a utilizar los aportes de ocho maestros activos para continuar pagando la pensión de Juana.
“A partir de ese momento, los fondos de retiro de esos ocho maestros dejarán de crecer, porque sus nuevos aportes ya no se capitalizarán, ni devengarán intereses. Al retirarse con sus fondos menguados, la pensión de cada uno tendrá que ser subsidiada más temprano que la de Juana, por otros ocho docentes, agravando la situación de éstos últimos, y así sucesivamente, de manera incontenible e interminable”, explicó.
El exgerente del CNSS aseguró que este proceso regresivo se repetirá durante décadas, llegando a un momento en que la nómina de todos los pensionados y jubilados superará el aporte de todos los docentes activos, obligando al Estado a otorgar un subsidio permanente para evitar las protestas y huelgas del magisterio nacional. Ni el uso de los aportes ajenos, ni el subsidio estatal, evitarán el desequilibrio de un modelo establecido, sin evaluar el costo fiscal infinito para los contribuyentes.
Pensión básica del Inabima
La pensión básica del Inabima se financia con el 12 % del salario: 4 % de los maestros, y un 8 % del Estado como empleador. Este Plan garantiza una pensión del 100 % con 30 años de cotización, sin mínimo de edad; un 90 %, con 25 años de aporte y 55 de edad, y un 85 % con 20 años de labor y 60 de edad. Luego de 30 años de cotización continua, un maestro con el salario promedio de 55,000 acumulará 7,989,917 pesos constantes, como resultado de aportes por 2,280,960, más 3,845,532 por intereses en 30 años, más otros 1,863,425 de intereses durante el retiro.
Reformar el sistema
Miguel Collado, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), considera que lo que debe hacerse con el sistema de pensiones de los maestros en una reforma, para que pase a ser de capitalización individual, que es el prevalece en la República Dominicana, en vez de un régimen de reparto.
Destacó que en el sistema de pensiones de los maestros, al ser un régimen de reparto contrario al de capitalización individual, van entrando menos recursos de los que van demandando los pensionados y se vuelve insostenible.
“La recomendación sería pasar al formar parte del sistema de capitalización individual que ya prevalece en República Dominicana, en el cual deberían estar todos los empleados, no debería haber distinción entre unos y otros.Ese sistema fue creado por una ley para ser aplicado de forma general y hay algunas exclusiones, entonces no es posible que se pretenda dejar esa situación de esa forma y que eventualmente los contribuyentes, los ciudadanos que no son maestros pasen a pagar las pensiones de los maestros”, explicó Collado.
Recalcó que lo que debe hacerse es una reforma para que ese sistema sea de capitalización individual y sea autosostenible, que ahora mismo no lo es.
“Todos los sistemas de reparto tarde o temprano caen en un problema como ese. Lo que entra al sistema no es suficiente, en término de recursos para pagar lo que necesitan quienes se van jubilando”, concluyó.