Santo Domingo.- La Cruz Roja Dominicana y la Defensa Civil firmaron un memorándum de entendimiento a través del cual fomentarán el intercambio de experiencias para fortalecer la gestión de riesgo y la respuesta a emergencias y desastres que se puedan presentar en el país.
El acuerdo suscrito por el presidente de la Cruz Roja Dominicana, Miguel Sanz y el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y director ejecutivo de la Defensa Civil, Juan Salas.
Para el doctor Sanz Flores, la firma de este memorándum de entendimiento, generará una sinergia entre las dos entidades que eficientizará aun más la planificación de la gestión de riesgo y las respuestas ante eventuales emergencias y desastres.
“A partir de esta alianza la Cruz Roja y la Defensa Civil hacen más efectiva y eficaz sus capacidades para acudir en auxilio de los dominicanos en momentos de vulnerabilidad”, aseguró Sanz Flores.
Salas calificó esta alianza estratégica como muy trascendente debido a la experiencia acumulada y la capacidad de trabajo en el territorio que tienen ambas entidades
“Con esto reafirmamos el compromiso con la gestión integral del riesgo, donde voluntarios de la Defensa Civil y la Cruz Roja actuarán como un solo cuerpo en las comunidades vulnerables” dijo Salas.
El acuerdo establece la integración de los voluntarios de ambas organizaciones y el fortalecimiento del sistema de radiocomunicaciones para hacer más eficaz la respuesta a la población en momentos de emergencias y desastres.
Asimismo, el apoyo interinstitucional para la formación de los voluntarios desde las escuelas de capacitación de la Cruz Roja y la Defensa Civil y la contribución en los temas de logística, asistencia y diplomacia humanitaria.
Además, las instituciones se comprometen con el remozamiento, mantenimiento y uso común de los espacios de socorro ubicados en las estaciones de peajes del país.
Garantizarán servicios de sangre a los voluntarios
Otra de las modalidades de colaboración que acuerdan la Defensa Civil y la Cruz Roja Dominicana en el documento, consiste en la promoción conjunta de la cultura de donación de sangre voluntaria y la garantía del servicio a los voluntarios.
En ese sentido, se ordena crear un programa conjunto para respaldar las iniciativas de donación de sangre voluntaria, interna y externa, que garanticen el suministro de sangre y sus hemoderivados, aquellos voluntarios que se conviertan en donantes voluntarios de sangre.