República Dominicana, 4 de octubre de 2022.- Las vacunas son el mecanismo más seguro y eficaz para protegerse individual y colectivamente, contra más de 20 enfermedades que pueden ser mortales . Por lo general, se colocan durante la infancia; sin embargo, también se recomienda administrar ciertas vacunas en la edad adulta, en especial en los adultos mayores, pues son más propensos a contraer ciertas enfermedades y sufrir graves complicaciones en su salud.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las vacunas previenen entre 3.5 y 5 millones de muertes al año, a nivel global, a causa de enfermedades prevenibles por vacunación (EPV). Hoy en día, una de las principales vacunas que necesitan los adultos y personas mayores de 65 años es contra la enfermedad neumocócica, para disminuir las posibilidades de padecer una neumonía bacteriana, meningitis e infecciones en el torrente sanguíneo, entre otros.
La inoculación contra la gripe estacional (influenza) también es esencial para esta población. Las personas con 65 años o más corren un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves si se enferman, como es el caso de una neumonía, empeorar padecimientos crónicos existentes (del corazón o pulmones) e inclusive, causar hospitalización o muerte.
Para la doctora Lenny Figueroa, líder médica de Vacunas para Pfizer Centroamérica y Caribe (CAC), las vacunas han reafirmado su lugar como uno de los mayores avances en salud pública de todos los tiempos. “Durante años, las vacunas han protegido a personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos mayores, de una manera segura y eficaz. Su uso generalizado ha permitido el control, la eliminación o casi eliminación de muchas enfermedades infecciosas y que alguna vez fueron letales; sin embargo, nuestro trabajo como empresa líder de la industria no ha terminado. En Pfizer, seguimos enfocándonos en la investigación y el desarrollo para generar innovadoras vacunas contra otros virus y bacterias que siguen representando un riesgo para la salud, así como en la prevención de la enfermedad neumocócica”.
Si bien las vacunas son un componente necesario de la atención primaria en salud, también: Permiten prevenir y controlar brotes de enfermedades infecciosas. Afianzan la seguridad sanitaria mundial. Tienen un rol clave en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos Se considera una de las mejores inversiones económicas en salud.
Adicionalmente, los adultos deben recibir la vacuna triple contra el tétano, la difteria y la tosferina (Tdap, por sus siglas en inglés), causante de múltiples problemas respiratorios. En caso la persona nunca haya sido vacuna con Tdap, se recomienda hacerlo lo antes posible, y a quienes la tienen, colocarse un refuerzo contra el tétanos y la difteria cada 10 años. Otras vacunas igual de importantes son la vacuna contra el herpes zóster (culebrilla) para adultos mayores de 50 años, la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) sobre todo en mujeres jóvenes y más recientemente, la vacuna contra la COVID-19, que disminuye los riesgos de enfermar gravemente y de muerte. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan las vacunas en función del esquema de vacunación de cada país, la edad, el estilo de vida y la ocupación de la persona, entre otros 5 . No obstante, en el caso de los adultos y adultos mayores, es recomendable que estén al día con sus vacunas, pues la inmunidad adquirida por la vacunación durante la infancia puede desaparecer con el tiempo